VALORES DIFERENCIALES
Miradas es mi proyecto más íntimo.
Nació de la necesidad de detenerme, de mirar con calma lo que tengo delante y dejar que la cámara traduzca no solo lo que se ve, sino lo que late detrás.
En cada serie busco esa mezcla entre lo documental y lo estético: lo que hay de verdad en las personas y los lugares, junto con una mirada más cuidada, vinculada a mi experiencia en la moda.
La fotografía, para mí, es una forma de contar historias sin palabras. Historias que hablan de identidad, de emociones y de la belleza escondida en los gestos cotidianos.
A lo largo de mi carrera he trabajado en distintos contextos, pero siempre vuelvo a lo mismo: la pasión por la narración visual. Cada proyecto es una oportunidad para experimentar, para dejar que la técnica y la intuición se crucen y me lleven a lugares nuevos.
Miradas también es un espacio que alimenta mi trabajo comercial. Lo que nace aquí, desde lo más personal, acaba impregnando campañas de moda, proyectos de e-commerce o colaboraciones con marcas. Creo que la creatividad funciona así: cuanto más honesta es en lo íntimo, más fuerza tiene cuando se abre al mundo.
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